43 preguntas para predicadores


El valor de la catequesis

Los catecismos son casi tan antiguos como el cristianismo. En los siglos del cristianismo, un catecismo (de la palabra griega que significa «enseñar») era una colección de verdades bíblicas para enseñar a los niños y a los nuevos conversos. El formulario se convirtió en una serie de preguntas y respuestas, a menudo recitadas en voz alta y memorizadas. En la Reforma nació una gran cantidad de catecismos, muchos de los cuales todavía están en uso en todo el mundo hoy, ya que exponen los elementos esenciales de la enseñanza del Evangelio en un lenguaje claro y memorable.

Un catecismo es una excelente manera de ayudar a las personas a comprometerse y reflexionar sobre la verdad del cristianismo. Preguntas y respuestas claras se asientan en la mente y penetran en el corazón. Pueden echar raíces allí y, con el paso de los años, el creyente puede comprender más profundamente su importancia. Curiosamente, en nuestro mundo lleno de palabras, cada vez más iglesias buscan catecismos históricos, o escriben los suyos propios, que les permitan comprender y llevar el mensaje del evangelio.

43 preguntas y respuestas para sermones

1.

P. ¿Cuál es el propósito principal de Dios al predicar?
A. El propósito principal de Dios al predicar es glorificar su nombre.

2.

P. ¿Cómo respetamos a Dios?
A. Damos gracias a Dios cuando sometemos nuestro corazón a todo lo que nos dice

3.

G ¿Quién es Dios?
R. Dios es el que vive, gobierna, ama y habla perfectamente, todo para su propia gloria.

4.

P. ¿Qué dicen las Escrituras en primer lugar?
A. Todas las escrituras son acerca de Jesús, el que debe ser revelado, confiado y alabado.

5.

P. ¿Qué es la predicación?
A. Predicar es proclamar la verdad de Dios en Jesús, para gloria de su nombre.

6.

P. ¿Cuál es el objetivo principal del sermón?
A. El objetivo principal del sermón es glorificar a Dios y disfrutarlo para siempre.

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Siete.

P. ¿Cómo podemos confiar en el poder y el propósito de Dios?
A. Estamos convencidos de que Dios guía y obra a través de las alegrías y, a veces, de los fracasos de la predicación.

8.

P. ¿Por qué creemos que Dios nos ha llamado a predicar?
A. Sabemos que Dios crea y llama predicadores. Su Palabra y nuestra propia experiencia nos lo dicen.

9.

P. ¿Por qué Dios nos llama a predicar?
A. Dios nos pide que sirvamos a todos nuestros oyentes con su evangelio.

diez.

P. ¿Qué más decidió Dios?
A. Dios ordenó que todo fuera predicado bajo la dirección de Cristo.

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Este libro sostiene al ministro ocupado y cansado en medio del ministerio, con capítulos cortos que combinan un formato de preguntas y respuestas que refleja catecismos históricos con material relacionado con la higiene personal del ministro.

11

P. ¿Cómo pecó el primer predicador?
A. Tomó el fruto del sermón y lo comió hasta quedar satisfecho.

12

P. ¿Cuáles son las buenas noticias para los predicadores que luchan?
R. El evangelio siempre es verdadero y para nosotros, especialmente los lunes.

13

P. ¿Jesús ama a los predicadores?
A. Jesús nos ama y vemos este amor en su persona y acciones.

14

P. No necesitamos que los predicadores sufran, ¿verdad?
A. Tenemos elección pero toda ayuda si seguimos a Jesús que eligió sufrir.

15.

P. ¿De dónde vienen nuestras recompensas?
A. Nuestra recompensa viene del Cristo resucitado y es Cristo.

dieciséis.

P. ¿Pero estamos a salvo?
R. No debemos engañarnos acerca del salvador, ni rendirnos a la desesperación.

17

P. ¿Cómo podemos saber que estamos a salvo?
A. Nuestra verdadera identidad no es ser predicadores ocupados, sino ser buscadores de los hijos de Dios.

18

P. ¿Cómo crecemos como predicadores?
A. Debemos vivir en la paz de Dios y buscar la santidad.

19

P. ¿Alguna vez dejaremos de predicar?
A. Nuestra predicación morirá, y nosotros también. ¡Estas son buenas noticias!

20

P. ¿Necesitamos predicadores que también obedezcan la ley?
R. La ley es la guía de nuestra santidad, y la predicación impía es engaño.

21

P. ¿Cuáles son las diez cosas que todo predicador debe saber y hacer?
A. Debemos conocer la ley de Dios y por qué la predicamos y tratamos de obedecerla.

22

P. ¿Qué nos dice el primer conocido?
A. Predicarás como una expresión de amor por el Señor tu Dios.

23

P. ¿Qué nos dice el segundo conocimiento?
R. No harás de la predicación un ídolo a tu propia imagen oa la imagen de otro.

24

P. ¿Qué nos dice el tercer mandamiento?
A. Honrarás el nombre de Dios cuando prediques.

25

P. ¿Qué nos enseña la cuarta Atenea?
A. Te abstendrás de buscar justificación en tu predicación, y serás feliz y seguro en la obra consumada de la Palabra viva de Dios, Jesucristo.

26

P. ¿Qué nos dice el quinto mandamiento?
R. Honrarás a los que te enviaron la Palabra de Dios y obedecerás lo que te enseñaron.

27

P. ¿Qué nos dice el sexto mandamiento?
R. No utilizará sus pedidos para causar daño de ninguna manera.

28

P. ¿Qué nos dice el séptimo mandamiento?
A. No serás infiel a tu ministerio por no amar a las personas a las que predicas.

29

P. ¿Qué nos dice el octavo mandamiento?
A. No retendrás tu corazón y tu alma del arduo trabajo de la predicación.

30

P. ¿Qué nos dice el Noveno Mandamiento?
R. No dirás nada falso durante tu ministerio.

31

P. ¿Qué nos dice el Décimo Mandamiento?
A. No entregará su corazón al ministerio y los dones de otros.

32.

P. ¿Qué es el Resumen de los Diez Mandamientos para Predicadores?
A. El propósito de la ley es amar al Señor tu Dios ya tu prójimo, y no tu predicación.

33.

P. ¿Por qué debemos creer en nuestra predicación?
A. Jesús se hace disponible a través de su Palabra en el evangelio. Párate sobre esta roca de la verdad.

34.

P. ¿Qué sucede cuando los predicadores realmente creen en Jesús?
A. Un predicador que vive cerca de la cruz y confía en la gracia es una gran arma en las manos de Dios.

35.

P. ¿Cómo podemos proclamar la obra de la predicación, aunque no nos sintamos como nadie más?
A. El Espíritu puede hacer lo que quiere por su Palabra predicada. Créelo.

36.

P. ¿Debemos predicar los sacramentos?
R. El bautismo y el sacramento fueron predicados de una manera que no es posible para nosotros, y ese es precisamente su propósito.

37.

P. ¿Por qué celebramos el bautismo?
A. Cuando honramos el mandato de Dios, estamos mostrando su gracia.

38.

P. ¿Por qué compartimos el púlpito con la Santa Cena?
A. La iglesia prueba la gracia en nuestras palabras y en la mesa del Señor.

39.

P. ¿Qué es la oración?
A. La oración es un corazón abierto a Dios.

40

P. ¿Queremos a Dios y su reino por encima de todo cuando llegue el domingo?
A. La gloria de Dios y Su reino guían nuestras oraciones y nuestra predicación.

41.

P. ¿Iremos a casa el domingo a orar para que se haga la voluntad de Dios?
A. Oramos por nosotros mismos y por nuestros oyentes por satisfacción familiar.

42.

P. ¿Cuál es el peor pecado que podemos cometer? hacer en un sermón?
R. Los predicadores podemos ser los mayores pecadores al no anunciar a Dios tal como es. Así que reza.

43.

P. ¿Debemos orar nosotros mismos para agradar a Dios?
A. Nuestra predicación nunca nos satisfará. Este no es el secreto. Que entreguemos nuestro corazón a Dios.

Este artículo fue adaptado de el catecismo del predicador por Lewis Allen.



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