¿Debo ser pastor o misionero?
Preguntas bíblicas:
Hace aproximadamente un año y medio le pedí a Dios que me dijera qué quería de mí. Entonces se me ocurrió que Dios quería que yo fuera pastor o misionero. Así que le pedí a Dios que confirmara esto con una señal. Luego me fui a dormir y escuché un fuerte golpe. Toda la casa estaba cerrada. Yo era la única persona en la casa que se dio cuenta. Todos los demás se quedaron dormidos. Unos veinte minutos después, mi pequeño tótem se cayó. Luego, aproximadamente media hora más tarde, fui a la cocina a buscar algo de comida y el horno estaba zumbando. Cuando me volví hacia el horno, salió volando una bola de fuego. Era tan grande como el horno mismo.Pocas semanas después vi cruces en lugares inusuales. Ahora la gente me dice que me ofrezca como voluntario. Todo parece impulsarme a ser pastor o misionero. ¿Puedes darme un consejo? (Esto se resume a partir de la pregunta enviada por el autor).
Respuesta bíblica:
Tu experiencia es extraordinaria. La mayoría de los eventos pueden aplicarse. Tu experiencia es fácil de explicar. Sin embargo, la respuesta a su pregunta se puede encontrar en los principios y circunstancias bíblicos.
1. Principio bíblico
El principio más importante para determinar si Dios quiere que sirvas como pastor o como misionero se encuentra al responder dos preguntas: «¿Amas a Dios con todo tu corazón?» y «¿Quieres una relación íntima con Dios?» La gran pasión de Dios es que lo amemos, que queramos conocerlo y que queramos una relación íntima con él. Al volver a la vida, la primera pregunta que Jesús le hizo al apóstol Pedro fue: «¿Me amas más que a cualquier otra cosa?»
Cuando terminaron de desayunar, Jesús le dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?» (LBLA) Juan 21:15
Esa es la última pregunta para cualquiera que esté pensando en servir a Dios en cualquier capacidad: pastor, anciano o misionero. No deberías querer ser un pastor o un líder. Deben estar ansiosos por servir a Dios. Debes estar ansioso por servirle de esta manera porque crees que Él quiere que lo hagas. Tu deseo de hacer esto debe estar impulsado por un deseo interior de complacer a tu amigo, el Señor Jesús.
2. Principio de la Biblia
Dios nos ha dado algunos principios divinos para ayudarnos a decidir quién debe ser pastor o misionero. El primer requisito de Dios es que el hombre debe ser cristiano. Es decir, esa persona debe creer que Jesús es Dios, que murió para perdonar nuestros pecados y que solo Jesús puede perdonar nuestros pecados. La persona también debe creer que está cometiendo pecados y quiere parar. Los cristianos llaman a esto arrepentimiento. Que Dios perdone a los que se arrepienten de sus pecados. Jesús dijo que no vino a salvar a los que pensaban que eran buenas personas. Vino a salvar a los que creen que necesitan el perdón de Dios.
No vine a arrepentirme por los justos, sino por los pecadores. (LBLA) Lucas 5:32
3. Principio de la Biblia
El segundo principio que Dios nos da para determinar si debemos ser pastores es la opinión de los demás. Aquí hay una pregunta que podría hacer: «¿Otras personas honestamente piensan que califico para ser un buen pastor o misionero?» Dios quiere que un pastor o misionero tenga ciertas cualidades de carácter. Él nos dio una lista de estos rasgos de carácter en 1 Timoteo 3. Hay otra lista en Tito 1.
El mayordomo, pues, debe ser irreprochable, marido de toda mujer, prudente, prudente, decente, hospitalario, dócil, no dado al vino ni a la avaricia, sino noble, pacífico, libre de avaricia. Debe ser un hombre que administre bien su propia familia y controle a sus hijos con toda dignidad (pero si un hombre no sabe administrar a su propia familia, ¿cómo puede cuidar de la iglesia de Dios?), y no de una nueva conversión, no sea que permanezca escondido y caiga en la condenación del diablo. Y debe estar en buena posición con los que están fuera de la Iglesia, para que no caiga en la ignominia y lazo del diablo. (LBLA) 1 Timoteo 3:2-7
Le recomendaría que lea y responda una pregunta anterior, ya que explica el significado de cada una de estas palabras y frases. Podrías comenzar con una autoevaluación. También le sugiero que se reúna con un sacerdote y le pregunte cómo está. Cualquiera que crea que Dios quiere que sea pastor o misionero tendrá al menos estas cualidades básicas. Tu pastor debería poder darte orientación.
Conclusión:
Estoy preocupado por los hechos que ha presenciado. Es posible que algunos demonios estén tratando de engañarte. Sus circunstancias son muy inusuales. Le sugiero que se reúna con un sacerdote y pida ayuda personal. Que la paz, la gracia y el amor del Señor Jesús estén con vosotros.
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